LAS SUPERSTICIONES

 ¡Buenas a todos y a todas! Esta semana me ha parecido interesante hablaros un poco sobre las supersticiones.

Las supersticiones son creencias irracionales según las cuales se considera que un objeto, acción o circunstancia, sin una relación objetiva con una situación vital de la persona, puede influir en ella (Damisch et al., 2010).

Implican que un elemento externo a la persona (un objeto, un ritual etc.) se convierta en determinante para el curso y resultados de los acontecimientos.

Esto se debe a que la superstición se alimenta de la incertidumbre ante situaciones incontrolables, en las que la persona presenta expectativas y experimenta niveles elevados de estrés.

Dependiendo del alcance y del tipo de creencia, la influencia de una superstición puede generar desde un comportamiento más leve (como llevar determinada vestimenta o algún objeto considerado amuleto) hasta comportamientos más perturbadores (como evitar situaciones), generando alteraciones en las rutinas y costumbres de la persona. En este sentido, las supersticiones se pueden distinguir entre positivas y negativas, según sus efectos en los comportamientos de la persona.

Un anuncio de la marca "Audi" de coches hizo un anuncio sobre las supersticiones que existían dentro del fútbol, tanto de fanáticos como de los mismos jugadores. Podéis verlo aquí:



SUPERSTICIONES POSTIVAS O NEGATIVAS

Las supersticiones positivas, como “tocar madera” o “cruzar los dedos”, alimentan conductas para tener mejor suerte. Generalmente son un reforzador externo de las acciones individuales y están dirigidas al logro de metas funcionales para la persona.



Además, creer en la buena suerte puede asociarse a optimismo, esperanza y confianza, dimensiones personales estrictamente relacionadas con la autoeficacia. Como consecuencia, las supersticiones positivas permiten experimentar mayor confianza en las propias capacidades para manejar una situación, influyendo positiva y directamente en el desempeño de la persona.

Por otro lado, las supersticiones negativas, como “romper un espejo” o “cruzarse un gato negro”, suelen relacionarse con resultados negativos y menos controlables, por lo que pueden reforzar comportamientos de evitación de la mala suerte y de situaciones que son percibidas como amenazadoras por la persona.


Ante este tipo de creencia irracional, la persona puede justificar que su comportamiento de evitación se debe a que «no quiere arriesgarse o tentar a la suerte» a pesar de que, enfrentarse a ella conllevaría un beneficio concreto y directo, como ocurre en las supersticiones positivas.

¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS SUPERSTICIONES?

Cuando las personas se enfrentan a situaciones nuevas e incontrolables, sus creencias y comportamientos pueden oscilar entre dos extremos: la sensación de indefensión y la ilusión de control.

La indefensión aprendida se caracteriza por una sensación de pérdida de control sobre los resultados del propio desempeño, y tiene como consecuencia una disminución de la motivación y capacidad cognitiva de la persona.


SUPERSTICIÓN VS COMPULSIÓN

En algunos trastornos psicológicos, como el trastorno obsesivo compulsivo y algunos trastornos de ansiedad, se pueden llegar a generar comportamientos y rituales, cuya función es aliviar el malestar y proporcionar a la persona cierta sensación de seguridad en hacer frente a sus preocupaciones.

La compulsión es un comportamiento (ej. lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o acto mental (ej. rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que la persona se ve obligada a realizar en respuesta a una idea dominante, que absorbe toda su actividad mental (u obsesión).




Igual que las supersticiones, las compulsiones se basan en creencias irracionales no relacionadas con la situación en sí. Sin embargo, en el caso de la compulsión la ejecución de un comportamiento ritual tiene la función de disminuir la ansiedad, mientras que en las supersticiones, la ejecución de un comportamiento tiene la función de alcanzar un objetivo o evitar un fracaso.

Una compulsión tiene la función de reducir el malestar relacionado con un acontecimiento o situación negativa, sin estar conectada de forma realista con aquello que pretende neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente excesivas . Por otra pare, una superstición se relaciona con creencias culturales y falsas creencias que se basan en hechos transmitidos socialmente.

En conclusión, las compulsiones son el reflejo de un pensamiento obsesivo con ideas dominantes, no deseadas e intrusivas, mientras que las supersticiones son ideas sobrevaloradas, con una base sociocultural, que no tienen por qué convertirse en intrusivas y dominantes, hasta poder ser experimentadas como algo positivo y ocasional.

Quién quiera seguir informándose sobre este curioso tema, hay un artículo científico que me ha parecido muy interesante y que me gustaría que leyerais:

 https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=148535

Muchas gracias por llegar hasta aquí :)


Comentarios

  1. ¡Hola Marta!
    Me ha gustado mucho tu entrada, ya que las supersticiones me parece un tema realmente interesante y lo has abordado correctamente, aunque también existen personas que son capaces de llevarlo a un límite y esto puede causar problemas.
    Un saludo :)

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